PRÁCTICA 5: La educación en 2050. FABIOLA SÁNCHEZ INFANTES

 Miro atrás y veo cómo ha cambiado la educación desde que dejé la universidad. Han pasado ya 30 años y aún lo recuerdo como si fuera ayer. Veo a mis hijos crecer, educarse y formarse en un ambiente completamente diferente al mío. Yo era muy feliz y sentía que mi formación estaba plena, ahora mi forma de pensar ha cambiado drásticamente.
Todo ocurrió a consecuencia de aquella pandemia, la pandemia que vivimos entre 2020 y 2021. Éramos personas cercanas, nos encantaba abrazarnos, salir a tomar el aire, disfrutar de las terrazas...hasta que vino el COVID y nos cambió los planes por completo. Ahí comenzamos a distanciarnos y la formación se volvió completamente a distancia, online. Todos pensábamos que estábamos perdidos y que no nos recuperaremos de algo así, pero lo hicimos y volvimos más fuertes que nunca.

Ahora, con mis 25 años de experiencia puedo decir que supimos aprender de aquel momento y que nuestra educación ahora es, por fin, completa y de calidad. Por supuesto que la enseñanza es presencial, pero me alegra saber que todavía se ofrece la posibilidad de realizarla vía online. Esto ha abierto la puerta a la educación a muchísima gente. Aquellas personas que no disponen de medios para desplazarse o incluso padres que desean retomar los estudios y no tienen lugar donde dejar a sus pequeños…

Algo que sí sabíamos pero no con mucha certeza es que internet sería nuestra principal fuente de información. Mis alumnos de ahora, en 2050, ni siquiera saben lo que es un libro de texto, ¿no es increíble? Aún recuerdo llevar a mis 12 años una mochila que, probablemente pesaba más que yo, cargada a mi espalda de lunes a viernes sin rechistar, sin contar libretas, agenda, estuche, flauta, etc. Ahora mis pequeños vienen a clase pegando saltos por el pasillo sabiendo que su gran mesa electrónica les espera. ¿Cómo iba pensar yo que un pupitre se convertiría en una pantalla gigante donde los niños escriben y dibujan, toman notas y leen sus apuntes?

Algo que también me parece fascinante es que, los niños de mi edad en su día eran incapaces de articular una frase en inglés, de hecho se reían de aquel que se esforzaba en pronunciar bien. ¿Ahora? Ahora todas las clases son en inglés, y ninguno parece tener un problema con ello. Mantienen conversaciones como si realmente fuera su lengua materna. Fascinante.

¡Cómo ha cambiado todo!… y sigue cambiando. Siento curiosidad por saber qué nos depara el futuro.