La Educación en 2071
Recuerdo como si fuese ayer aquel 17 de octubre de 2021. Ya no era necesario utilizar las mascarillas ni hacer largas colas en el supermercado para comprar un rollo de papel higiénico. Habíamos superado la pandemia, y poco a poco estábamos recuperando la normalidad. Sin embargo, nadie se iba a esperar que aquel meteorito descubierto años atrás y que tenía una probabilidad de impactar en nuestro planeta inferior al uno por ciento, sería la razón por la que, en estos momentos, nos estamos dirigiendo a Ganímedes.
Todavía no sabemos quienes enviaron al planeta tierra estas enormes naves con capacidad para cien mil personas cada una, ni quienes las están dirigiendo realmente, pero los científicos creen que nuestros salvadores son una especie de energías espaciales inteligentes. Mientras tanto nosotros estamos llevando una vida normal a miles de millones de kilómetros de distancia del planeta Tierra, en el que hace 50 años impactó el meteorito.
Hoy voy a comentaros un poquito por encima cómo funcionan las escuelas. Todavía seguimos utilizando el microchip para teletransportanos en mente y en alma a la escuela virtual. Desde que tenemos dos vidas paralelas, la vida virtual y la vida real, la educación ha cambiado radicalmente. Cuando yo era niño, pasábamos los días encerrados entre las cuatro paredes del aula sin poder conocer el mundo. Ahora, los niños tienen la suerte de poder viajar y aprender en otros espacios simplemente con seleccionar el servidor virtual que les indica el maestro.
Hace décadas, con la llegada de los microchips que te permitían almacenar información como si de un lápiz de memoria se tratase, hubo un intenso debate sobre si en las escuelas se debería seguir enseñando la escritura. Por suerte, los argumentos a favor de mantener la escritura permitieron convencer al gobierno de esta nave y continúa siendo trabajada en las clases. Ahora bien, la escritura pasó a ser digital desde hace ya bastantes años. De hecho, los únicos libros de papel fueron escritos en el planeta Tierra y se encuentran protegidas en las bibliotecas de las naves 17, 18 y 19.
La escuela tal y como la conocíamos de pequeños ha cambiado totalmente: la organización, los recursos utilizados, las metodologías empleadas por el docente… Lo único que no cambia es la ilusión de los niños, y tampoco sus ganas de hablar y jugar en clase. Por suerte, ha llegado el “mute”, una nueva opción de los profesores para silenciar a los estudiantes que no dejan de hablar durante las explicaciones. A veces los avances son maravillosos.
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